viernes, 1 de mayo de 2015

Masa, pueblo, gente


Pedro Armestre

En la historia contemporánea masa, pueblo y nación interactúan recíprocamente. De hecho, se usan a menudo como sinónimos. Pero, ¿lo son?

Masa
Es una palabra que está marcada por una amplia y riquísima polisemia, desde la física a la sociología, pasando por el Derecho, la psicología, la comunicación o la gastronomía. En el contexto que aquí la usamos, masa es sinónima de multitud, muchedumbre: conjunto muy numeroso de personas ("individuos en aglomeración", según Ortega y Gasset) que puede influir en la marcha de los acontecimientos.
Desde una "perspectiva progresista", es (o fue) sinónimo de pueblo honesto, trabajador y explotado, al servicio del cual (presuntamente) nacieron los partidos y sindicatos de clase. (Véase Gramsci: El partido y las masas). Desde una "perspectiva reaccionaria", es sinónimo de plebe, chusma, populacho..., términos peyorativos que encubren recelo y temor.
Los movimientos de masas se asocian políticamente al totalitarismo (fascista o estalinista) y a las diversas formas de populismo. Proscritos históricamente aquellos dos totalitarismos, el debate se centra actualmente en la naturaleza, viabilidad y sentido de los denominados populismos.
Según Ortega y Gasset, masa es todo aquel que no se valora a sí mismo- en bien o en mal- por razones especiales, sino que se siente “como todo el mundo”, y, sin embargo, no se angustia, se siente a salvo al saberse idéntico a los demás.
Juan Genovés: Enrojecido
El hombre-masa se parece mucho a los hombres huecos de T.S. Eliot: Horma sin forma, sombra sin color, / Fuerza paralizada, ademán sin movimiento.

Pueblo
Según los diccionarios, pueblo es el conjunto de personas de una nación, de un país, de una región o incluso de una localidad: el pueblo de los Estados Unidos..., el pueblo español..., los pueblos de España... Pero el concepto no se agota en el Derecho constitucional, sino que es mucho, muchísimo más complejo.
El concepto de pueblo nace en el siglo XVIII como reacción a la idea ilustrada de la sociedad basada en el contrato social, como expresión libre del vínculo entre los individuos, es decir, entre los ciudadanos. Estrecha, íntimamente vinculado a la idea de nación, pueblo se presenta como una entidad metafísica, una esencia supraindividual: es el Volkgeist de Herder, el espíritu del pueblo, que muy pronto se convierte en el espíritu de la nación, fundada en la lengua, la cultura y el paisaje.
Para el nacionalismo que concibe el pueblo como un todo, como una unidad (de destino) homogénea sin discontinuidades ni divisiones, el individuo es parte del todo, subordinada al todo. Un todo en el que la conciencia colectiva difumina cuando no anula la conciencia de clase.
El nacionalismo encuentra su versión extrema en el patriota, siempre dispuesto a morir (y a matar) por la patria.

Gente
Entendida desde la pluralidad y la diversidad, de forma genérica la idea de gente puede asociarse a esa otra idea, sociedad civil, que arraiga en aquella concepción ilustrada y en la que los individuos se consideran ciudadanos y son tratados como tales. 
Antonio Parrinello

Desde esa perspectiva, cabe hablar de una concepción democrática de pueblo, que no postula la unidad, sino que, por el contrario, asume la pluralidad, reconoce la diversidad, afronta las contradicciones, favorece el consenso, acepta las reglas del juego democrático, la posibilidad de la discusión, la tolerancia a través del disenso. En esa dirección apunta la teoría de la acción comunicativa de Habermas y su idea de democracia deliberativa.- prm

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