Juan Genovés |
Los
resultados de las elecciones municipales del 24 de mayo han abierto la
posibilidad de acuerdos entre los grupos políticos y coaliciones electorales
que han recibido mayoritariamente el voto de los ciudadanos: PSOE, IU y diversas candidaturas unitarias formadas para estas
elecciones, en las que Podemos ha sido generalmente el elemento nuclear.
En la práctica, y en
términos más concretos, esto supone la posibilidad de que, mediante estos
acuerdos, la izquierda* pueda
gobernar en los Ayuntamientos de 25 capitales de provincia, Córdoba entre
ellas, y en un número muy alto de otros municipios. (Ver El País y Público 24/25 Mayo
2015).
Las posibilidades son
limitadas. O estos acuerdos se producen o en casi todas estas capitales y
municipios gobernaría la derecha o el centro derecha.
Consideramos
posibles, y deseables, estos acuerdos que no deben ser un simple “apoyo
automático a la lista más votada”, sino que se han de basar en un programa de
gobierno consensuado entre todas las partes, que resulte satisfactorio
globalmente para todos, y que aborde la solución de los problemas, especialmente los que
afectan a los sectores sociales más desfavorecidos, desde
el punto de vista de los valores de la izquierda.
Estos acuerdos, de los
que se dará cuenta a la ciudadanía, han de ser elaborados en cada una de las
ciudades y municipios implicados, con la esperanza de que sea posible en todos
ellos, pero sin descartar que no lo sea en otros, sin que ello suponga entrar
en el terreno de las acusaciones, las descalificaciones o los agravios
comparativos.
En este contexto,
consideramos que es al grupo político o coalición electoral mayoritario en cada
caso al que le corresponde tomar la iniciativa para proponer, e intentar
conseguir, estos acuerdos. En el caso de la ciudad de Córdoba es al PSOE al que
le corresponde tomar la iniciativa. La historia de acuerdos municipales de
izquierda, PSOE-PCE/IU, en nuestra ciudad, que siempre, con una sola excepción,
han sido posibles, permitiría ser optimista respecto al buen fin de este
proceso.
Manifestamos nuestra
esperanza de que así sea.
(*) Hablamos
aquí de izquierda en términos “prácticos” –grupos políticos que reciben el voto
de las personas que se sienten de izquierdas- para obviar discusiones que no
son objeto del planteamiento que hacemos aquí.
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