El
Viernes 9 de Enero de 2015, Raif Badawi recibió 50 latigazos en una plaza
pública en Jeddah, Arabia Saudí, como primera parte de la sentencia de 1000
latigazos y 10 años de prisión a la que fue condenado en Mayo de 2014, bajo la
acusación de violación de la ley saudí sobre información y tecnología, insultos
al Islam, incluir en su blog artículos ofensivos para la Saudi Arabia’s Commision on the Promotion of Virtue and Prevention of Vice (“policía religiosa”)
y desobedecer a su padre. Raif no ha vueto a ser flagelado desde entonces, en
un principio por razones médicas y después por causas desconocidas. Una selección
de artículos publicados por Raif en su blog fue publicada el pasado Junio
2015.
En el año
transcurrido desde entonces la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí
se ha deteriorado gravemente. Al menos 151 personas fueron ejecutadas entre
enero y noviembre de 2015, la cifra mayor desde 1995. Cerca de la mitad de los
ejecutados lo fueron por delitos que no deben, de acuerdo con la legislación
internacional, ser castigados con la muerte. Recientemente, la ejecución de 47 personas en un
solo día, incluyendo la del clérigo musulmán chiíta Nimr al-Nimr, ha
producido convulsiones políticas graves en la región. Otros activistas
chiíes, Ali al-Nimr, Dawud al-Marhoon y
Abdullah al-Zaher, eran menores de edad cuando fueron arrestados. Los tres han
tenido juicios manifiestamente injustos y han sido condenados a muerte, en
violación flagrante del derecho internacional, y basándose únicamente en
"confesiones" obtenidas, según ellos, mediante tortura. El tribunal
se ha negado a investigar estas denuncias de tortura.
Cada vez
son más los defensores de derechos humanos condenados a largos años de prisión
en virtud de la ley contra el terrorismo, en vigor desde febrero de 2014. Entre
las muchas personas encarceladas está el
abogado de Raif Badawi, Waleed Abu al-Khair, primer defensor de los
derechos humanos condenado en aplicación de esta ley, tras un juicio injusto. Tras
él decenas más han sido encarcelados en aplicación de esta misma ley en 2015,
incluyendo los defensores de derechos humanos Abdulkareem al-Khoder y
Abdulrahman al-Hamid, ambos miembros fundadores de la Asociación Saudí por
los Derechos Civiles y Políticos, ACPRA,
ahora disuelta, también en juicios injustos. Igualmente es de resaltar la
sentencia a muerte dictada para el poeta palestino Ashraf
Fayad, declarado culpable de apostasía –renuncia al Islam- después de que un tribunal de apelación
revocara la sentencia original de cuatro años de prisión y 800 latigazos.
Además de
esta ofensiva contra los activistas de derechos humanos, Arabia Saudí ha liderado una coalición militar que, desde
marzo de 2015, ha llevado a cabo miles de ataques aéreos en zonas de Yemen
controladas por grupos armados huthís. Cientos de civiles han muerto en estos ataques
aéreos, que también han afectado a la infraestructura civil, incluyendo centros
de salud, escuelas,
fábricas, instalaciones eléctricas, puentes y carreteras.
La movilización internacional desarrollada durante este año en
solidaridad con Raif Badawi ha elevado el debate sobre la situación de los
derechos humanos en Arabia Saudí a niveles sin precedentes. Esto ha socavado
gravemente la imagen que las autoridades saudíes han intentado crear sobre los
derechos humanos en el país y ha proporcionado algunos resultados muy
importantes, como la cancelación por Suecia de un contrato de venta de armas
con Arabia Saudí, después de que la ministro de Relaciones Exteriores de Suecia
expresara públicamente su indignación sobre su condena. También dio lugar a la
primera resolución
de la UE reprobando a Arabia Saudí
por su historial de derechos humanos, así como a numerosas intervenciones
públicas de líderes europeos y norteamericanos condenando la sentencia de Raif
y pidiendo su liberación. En Diciembre de 2015 el Parlamento europeo otorgó a
Raif Badawi el premio
Sajarov a la libertad de pensamiento.
La Alta
Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, ha
mostrado su rechazo a la pena de muerte. El gobierno español en funciones, que
se ha adherido a las declaraciones de Mogherini, debe condenar las ejecuciones
llevadas a cabo y solicitar públicamente que Raif Badawi y todos los demás
presos de conciencia sean liberados. Dadas
las relaciones bilaterales entre España y Arabia Saudí, las autoridades
españolas no han sido suficientemente contundentes en sus declaraciones sobre
la situación de violación de derechos humanos en el país.
Amnistía
Internacional tiene en marcha una
ciberacción para exigir la liberación del bloguero, que lleva ya más de 150.000
firmas recogidas.-
lm
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