domingo, 9 de julio de 2017

Asociaciones de Vecinos reclaman medidas que garanticen la calidad de vida y la protección medioambiental en los Centros Históricos de Andalucía



El pasado uno de junio, la Dirección General de Interior, Emergencias y Protección Civil publicó una resolución por la que se sometía a información pública el proyecto de Decreto que regula las modalidades y condiciones de celebración de espectáculos públicos y actividades recreativas, los tipos de establecimientos públicos, su régimen de apertura o instalación, los horarios que rigen su apertura y cierre, y se aprueba el catálogo de espectáculos públicos, actividades recreativas y establecimientos públicos de Andalucía.
La Federación AA.VV. Centros Históricos de Andalucía ha presentado un escrito solicitando la retirada del proyecto de Decreto, que siga vigente la normativa actual y que, en el caso de que fuera necesario introducir modificaciones  en la normativa vigente para adaptarla a las circunstancias actuales, se contemple  como objetivo prioritario la protección del vecino, la calidad de vida y el medio ambiente urbano,  con especial atención a los Centros históricos de Andalucía.
Centros históricos
Cuando hablamos de centros históricos (se dice en el escrito de la Federación vecinal que resumimos aquí) nos referimos a una serie de especificidades que son exclusivas de dichas zonas en todos los ámbitos en los que se mueve una ciudad: accesibilidad, transportes, limpieza, afluencia turística… Entre esas especificidades se encuentra una gran concentración de establecimientos de hostelería en vías con el espacio muy limitado y con viviendas habitadas compartiendo medianeras.
Dicha proliferación ha provocado -continúa el escrito- que en los últimos años los residentes denuncien recurrentemente tanto los abusos que desde esos establecimientos se cometen en cuanto a ocupación de la vía pública, ruidos o carencia de permisos para las actividades que llevan a cabo, como la inoperancia y dejadez por parte de las administraciones locales a la hora de cumplir y hacer cumplir sus propias normativas y ordenanzas al respecto.
Los fenómenos de la turistificación y gentrificación -dicen los representantes vecinales- comienzan a manifestar sus fatales síntomas en los centros históricos andaluces, que cada vez más se están transformando en parques temáticos orientados al turismo y propiciando una despoblación galopante que, a la larga, acabará afectando a la integridad patrimonial de los mismos e incluso al propio turismo que acude atraído por sus encantos culturales y monumentales, que sin duda se erigen como la prueba del rico pasado histórico de nuestra región.
La situación de centros históricos como el de Jerez, cuya zona intramuros mantiene a unos escasos 800 residentes para una capacidad de 12.000, o Málaga, que ha pasado en pocos años de 25.000 habitantes a 4.000 en su almendra histórica, o Córdoba, que desde hace más de una década viene perdiendo población, pone de relieve que no estamos ante un proceso casual, sino que obedece a los cánones de elitización de los centros urbanos.
Como consecuencia de ello, se produce una subida de precios que acaba con todo el comercio de cercanía de la zona, que son a su vez sustituidos de forma sistemática por establecimientos hosteleros: se está produciendo de manera progresiva un cambio de uso de residencial a terciario.
Al final del proceso la población también tradicional es expulsada y sustituida por otra flotante formada por los turistas o personas de alto poder adquisitivo que se terminan apropiando de esas zonas. 
Víctor Manuel Cuello

miércoles, 5 de julio de 2017

RABANALES 21: MEMORIA HISTORICA Y FUTURO.


Se cumplen más de 13 años del momento en el que CEUCOSA (sociedad instrumental de la Universidad de Córdoba, UCO) pusiera a disposición de la sociedad Rabanales 21 SA, unos terrenos, (70 Ha), propiedad de la UCO. Más de un centenar de profesores nos opusimos sin éxito a esa venta, que se justificaba para aumentar la innovación y el desarrollo (I+D) en nuestra ciudad. Tras la recalificación, a uso industrial de unos terrenos que tenían usos docentes, la UCO entró a formar parte del Parque tecnológico con el 24,74% de las acciones, acompañando a, la Junta de Andalucía (20%), El Monte (20%), PRASA (20%), Cajasur (10%), Ayuntamiento (4,4%) y Diputación (0,9%). La operación prometía beneficios tanto sociales como económicos, dado que centenares de empresas estaban interesadas en establecerse en el Parque.

En sus inicios el proyecto contaba con un promotor privado, la constructora PRASA, que hoy está en concurso de acreedores, (ahora mantiene solo un 5% del accionariado) a la que acompañaban en su aventura, cosa usual en aquellos tiempos de burbuja inmobiliaria, dos entidades bancarias, El Monte y Cajasur, una de ellas (Cajasur) fue rescatada con fondos públicos y ambas adquiridas por otras entidades menos problemáticas, nos referimos a Kutxabank y Caixabank, que hoy tiene el 35% de las acciones tras la compra del 15% de las acciones de PRASA. Con el tiempo el sector público ha ido incrementando su presencia y responsabilidades algo normal y diría que imprescindible en este tipo de aventura especulativa, donde los beneficios son privados y las pérdidas públicas.
Trece años después, Rabanales 21 SA acumula deudas por valor de casi 23 millones y tiene tres edificios, donde se sitúan unas decenas de empresas, uno de ellos el ORION ha sido embargado por el Ministerio de Hacienda por las deudas que tiene la Sociedad con el Estado. Tras años de ingentes gastos en construcción y urbanización, la Sociedad ha llegado a una situación próxima a la quiebra dado que no ha podido atraer a los centenares de empresas que en un principio se prometieron y pone sus esperanzas en la venta de terrenos para un parque comercial. Hace unos días y mientras llega el dinero de ese parque comercial innovador, se ha aprobado que el ayuntamiento compre un solar para innovar en el suministro de agua y, lo más sorprendente, que CEUCOSA, sí la misma sociedad instrumental de la UCO que vendió los terrenos, ahora, para salvar la situación, deberá adquirir una parte de algo que le perteneció, con lo que se cierra un ingenioso e innovador bucle que empezó hace 13 años.
La sociedad Rabanales 21 SA, ha tenido promotores y gestores, que procedían de instituciones públicas, los resultados indican que su gestión no ha sido precisamente brillante, sin embargo, al dejar Rabanales 21 usualmente se reincorporan a la gestión de lo público, como si todo hubiera ido bien o al menos según lo esperado.
Hasta aquí la memoria histórica, pero debemos hablar del futuro.  ¿Qué pasará con Rabanales 21 SA después de otros 13 años, en 2030? Soy de los que piensan que el cambio climático y el propio modelo económico capitalista, nos llevará al colapso, entendido este como un proceso de deterioro continuado de las condiciones de vida, cosa que ciertos grupos sociales y especialmente los jóvenes ya padecen hoy, y este nos guste o no será el marco que espera a Rabanales 21.
En breve, a propuesta de Ganemos, se desarrollará en Córdoba un proyecto que se llama “Córdoba en Transición” “En defensa de las generaciones presentes y futuras” y que tiene por objetivo que las “comunidades de transición” sean parte de un movimiento que propone de forma innovadora y creativa dotar de control a las comunidades para soportar el doble desafío del cambio climático y el declive del petróleo. Se me ocurre que de ese proyecto “Córdoba en transición” surja considerar al Parque tecnológico Rabanales 21 como el primer Parque tecnológico  en transición hacia lo que puede ser un colapso de nuestro modelo de sociedad.  Con ello las medidas que se tomen sobre el Parque y que sin duda deberán tomar las instituciones públicas; universidad y ayuntamiento especialmente, serán muy diferentes de las que hoy se proponen. Con ello seríamos pioneros en algo que otras ciudades deberán acometer más pronto que tarde. Sería por tanto no un motivo de vergüenza o escarnio para nuestra sociedad sino una manera diferente de enfrentar nuestro futuro, abandonando los lugares comunes que la evidencia muestra que no funcionan, aunque sean tan queridos por aquellos que solo pretenden mantenerse en sus posiciones de privilegio, como eso del cambio del modelo productivo sin cambiar el modelo económico.
Esta propuesta abriría un necesario debate y sería un reto para nuestros jóvenes que encontrarían en la ciudad algo realmente nuevo por lo que luchar, cuando ellos, por su edad, deben enfrentarse a un futuro que sabemos complicado. Nuestro límite lo ponemos en el 2030, es tiempo suficiente para probar soluciones diferentes que hagan de nuestra ciudad una sociedad más sostenible. Solo pedimos que los dejen trabajar el mismo tiempo que han tenido los diferentes promotores y gerentes de Rabanales 21 SA, que como hemos visto han logrado un perfecto bucle, pero generando entre tanto una deuda de 23 millones de euros. Seguro que en estos años además de deudas también se han generado beneficios sociales, empleos, que deberán mantenerse, sin embargo alguien debería responsabilizarse de las deudas generadas. 
                                                                                                          Diego Llanes Ruiz